MADRES Y PADRES RECICLADORES
- redlacrecomunica
- 3 sept 2023
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Las y los Recicladores tienen muchos nombres, lo puedes conocer como cartonero, ropavejero, el viejo del saco, chatarrero, etc. Sin duda uno de los oficios mas antiguos de la historia y representa el ingenio del ser humano para dar soluciones a problemas que parecen no tener solución.
Soy hijo de dos grandes dirigentes que representan a los Recicladores formales e informales de mi país y ahora de Latino América.
Cuando era niño mis viejos, mi hermano y yo salimos al centro de la ciudad, de paseo, pero era más que solo un paseo. Largas caminatas buscando de contenedor en contenedor materiales que se puedan revender, en las ferias libres, o en las casas de los intermediarios. Yo por dentro morÍa de vergüenza cada vez que mis viejos se metían en la basura buscando y buscando un diamante entre tanta mierda.
Mientras mis viejos separaban el material en la calle, me daba cuenta cómo las miradas chocaban en la ropa de mamá y la mera presencia de mi papá era motivo para que la policía parara y nos corriera de donde estuviéramos.
La verdad no sé por que yo era tan perceptivo con esas situaciones y cada vez que salimos mis temores crecían y se hacían más presente, cuando era testigo del rechazo social que provoca este trabajo.
Rechazados por la sociedad mis padres crecieron entre vergüenza, insultos y miradas de odio. Sin saber que el oficio que ejercen es no sólo una solución inmediata para llevar comida a la mesa, sino que también un aporte importante al medio ambiente. Mis padres y muchos cartoneros desconocían esto último, “el aporte al medio ambiente” menos que su trabajo es “Sostenible con el medio ambiente”.
El estigma social que circula este oficio deriva del rechazo a la pobreza, del temor a la miseria y desde la inconsciencia ambiental, pero lo que mas representa este estigma social es la falta de humanidad.
Estamos en una época donde todo se desecha, todo es descartable y nada de lo que consumas perdura en el tiempo, todo está hecho para ser desechado, una sociedad individualizada en el consumo, ciega de avaricia, entregada al confort de una vida estereotipada alejada de la naturaleza, del ciclo vital y hasta de nuestra propia cadena evolutiva.
Entre tanta ceguera y estigma nace el Reciclador, como hormiga que levanta un grano de arena en una playa inmensa, invisible camina por las calles de las grandes metrópolis del mundo recolectando materiales para su existencia y por consecuencia también la existencia del mundo entero. Este ser humano es inconsciente del impacto que está generando al recolectar un producto desechado.
La sociedad sigue ciega sin ser capaz de ver y reconocer este actor social tan importante en la cadena de valorización de materiales desechados, pero es el planeta quien en este caso genera presión para actuar lo antes posible y frenar la gran huella de carbono que por décadas y décadas crece sin control. Es por el calentamiento global y los gases de efecto invernadero que generan cambios significativos en nuestro medio, generando inundaciones y catástrofes sin precedentes, esto provoca un actuar político en el mundo entero.
La política sobre el manejo de los residuos en el mundo está cambiando, y darles voz a los recicladores y el lugar que se merece en esta cadena virtuosa en los ciclos de reciclaje, es más importante que nunca.
Reconocer este oficio, facilitar las herramientas y brindarles infraestructura es sin lugar a dudas una verdadera política vinculante.
Los recicladores fueron capaz de dejar la vergüenza de lado, de pasar por alto las humillaciones y metió las manos a la basura para rescatar el material que se supone no tener utilidad, plástico, vidrio, aluminio y cartones, por decir algunos, son constantemente rescatado por estos seres humanos, que bajo su necesidad inmediata ayudan al planeta.
Por supuesto hoy que tengo 34 años puedo ver las cosas de otro modo y esa vergüenza que sentí en mi niñez, hoy es orgullo, no saben lo bien que se siente mirar hacia atrás y ver todo lo que recorrimos para ver que mis padres no solo superaron el estigma, si no que ayudan a que la sociedad repare y reconstruya la imagen del reciclador.
En todo continente, país y región existe un Reciclador, si lo miras bien, en sus ojos existe el mismo brillo que en el tuyo, tienen sueños y ambiciones. Cada hijo de reciclador sabe y conoce de cerca los sinsabores del estigma que rodea este oficio, pero no te equivoques, no te dejes llevar por mentalidades materialistas, mira en los corazones de tus padres, mete la mano a la basura, busca el material que vas a rescatar, límpialo, aplástalo, pícalo y véndelo. No solo vas a ser Reciclador heredero de oficio, si no que un Héroe para la humanidad y un ser humano íntegro para el planeta.

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